miércoles, 15 de abril de 2009

El vagabundo astronauta...



De trotar mundo me estoy cansando, mas no estoy harto.
El sol ya quema mi piel y no hay ropa que me proteja de las espinas del astro rey.

¿Cuantos años llevo pisando el asfalto, la arena, los pastos y no veo destellos siquiera de un lugar para mi feliz descanso?

Soy un vago, pero mas un soñador, y los soñadores necesitan de una cueva, de un techo, de un árbol siquiera donde acogerse seguros por la noche para soñar, para no ser despertados a la mitad del cuento con agua fría en la cabeza, con cerradas rudas de puerta, con guturales ruidos de jaguar o el simple molestar de la luz sobre la cara.


Veo de pronto que bajo las plantas de tus pies germinan las semillas, que el sol te teme y se hace a un lado cuando lo miras, que los jaguares se arrodillan ante ti como mansos felinos de hogarsucho, que el agua se te resbala lento por la piel sin intención de molestarte y que no hay puerta que no este dispuesta a dejarte pasar tranquilamente.


Me siento como el astronauta que se fascina con la luna, que llega a ella y la conoce pero sabe en lo profundo de su pensamiento que nunca podrá vivir en sus tierras, porque no las merece, porque no nació para vivir en ella, ni siquiera son dignos sus pulmones de aspirar el cosmos que le rodea necesitando todavía del vulgar aire de la tierra, de la tierra que hizo añicos...
Carlos Giovanny Torres Manriquez

1 comentario:

  1. Heme aquí al borde del espacio y lejos de las circunstancias.
    Me voy tiernamente como una luz
    Hacia el camino de las apariencias.
    Volveré a sentarme en las rodillas de mi padre
    Una hermosa primavera refrescada por el abanico de las alas
    Cuando los peces deshacen las cortinas del mar
    Y el vació se hincha por una mirada posible.

    Volveré sobre las aguas del cielo.

    ResponderEliminar

Deja tu sabor aqui: