Víctor ¿A que boca llevaras hoy tus puños y tus huevos de acero? Mientras te escribo esto no sé que suelo pisan tus botas pero sé que hay alcohol entre tus dedos y que tu corazón late ardiendo 100 veces mas rápido por segundo que esas maquinas descompuestas que la gente lleva escondidas tras su pecho y que por eso algunos no pueden seguirte el ritmo y dicen mientras muerden el polvo de tu focus rojo “Víctor” como dicen diablo, cabrón, enfermo. Pero a ti y a mi nos dan risa esos letreros tontos que se cuelga la gente encima para sentirse importantes y mejores hombres además de que sabemos que sus sombreros jamás tendrán la elegancia de nuestros robos por amor al arte y no al dinero. Somos guerrilleros sin capucha que solitos se van haciendo de enemigos aunque no queramos porque nos la pasamos exprimiendo la vida con tal de sacarle un poquito de jugo que sepa a estar vivo. A mi me insultan y a ti te tienen miedo y de los dos hablan a escondidas porque les faltan los huevos que repartimos a diario en nuestro oficio. Supe de ti por rumores callejeros y eras un tipo bravo de esos que juegan a bajar calzones y quemar comandancias en días serenos. Te vi y no pude creerlo, eras flaco y sin un solo pelo en la cabeza “que raro” -pensé- que use tirantes largos de obrero y gruesas botas militares. Después supe de que se trataba todo el cuento y ahora que te veo ya no llevas mas tus botas puestas pero tus pies aprendieron a patear como si ahí estuvieran todavía y tus chinos ya te cuidan la cabeza aunque sigues sin pelos en la lengua.
Eres un animal que respira el viento fresco del miedo de sus presas y que ama meter gol en las camas de las chicas más bellas del terreno. Yo no fui tu amigo toda la vida pero hoy te quiero. Cabrón sin verguenza. No te alcanza el mundo para tu historia y se que a veces no lo soportas por eso, y que quisieras tirar todas las paredes con un solo golpe, saltar de un cerro y sentir que vuelas porque al final eres tan solo eso, un vuelo de pájaro, un atisbar desde el cielo el mundo y sentirlo chico, tuyo, alimento. Así te siento, devorando cada día como si fuera el último y viviendo cada noche como si fuera la primera en que salen las estrellas. Prendes fuego donde pisas y en el corazón de los ajenos a lo nuestro dejas cicatrices. Aguantas los golpes mas duros de la vida y sigues riendo, ríes y ríes querido drugo de todo cuanto puedes incluso de la traicion y el olvido ,eso es lo que mas aprecio de ti, que jamás te falta la sonrisa incluso en tus días mas culeros pero eso si, eres mas humano que el monton de hipocritas que vemos desfilando por la calle y tambien suelen salir lagrimas de tus ojos de vez en cuando y si algun dia lo necesitas sabes que aqui estan mis hombros chuecos para sostenerte y si tienes suerte y yo dinero incluso unas ballenas frias, heladas, o un 18 del oxxo, un wisky de a ley, qué sé yo, ya se nos ocurriran atracos nuevos.
Por ultimo puedo decir que si, que es verdad lo que escucho de ti todavia en reuniones vulgares donde ladran los perros y que me rio por dentro porque se que ladran de envidia los pendejos y cuando me preguntan no los desmiento y les digo: si ,esta enfermo, esta loco, tiene una sed insaciable que le quita el sueño y no bastarían todos los tragos del mundo para saciar su ego. No se puede hacer con el tal cosa. Hace mucho que perdio el freno y esa es su mayor virtud. ¿Algun problema con eso? -Ninguno- me responden. Ya quisieran tener minimo el honor de beber contigo unas copas.
Velocidad, Valor y Vasos llenos.
pelon pelionero
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